Els Quatre Gats

En el corazón de Barcelona encontramos este emblemático lugar en un edificio neogótico del arquitecto Josep Puig i Cadafalch con decoración interior modernista. Fue inaugurado el  12 de junio de 1897 en el número 3 de la calle Montsió, y durante los seis años que se mantuvo activo se convirtió en uno de los lugares de referencia de la ciudad. A raíz de las deudas que generó cerró sus puertas en 1903 y reabrió como bar restaurante en la década de 1970, primero en manos de los empresarios Pere Moto, Ricard Alsina y Ana Verdaguer, y desde 1989 a cargo de Josep María Ferré.


Esta historia comienza en París a finales del siglo XIX. Pere Romeu i Borràs trabajaba como animador y camarero en el cabaret Le Chat Noir. Seducido por ese ambiente, decidió crear en Barcelona un refugio parecido. Tenía que ser como una taberna: comida barata y música de piano. Lo apoyaron económicamente algunos amigos, entre otros los pintores Ramon Casas y Santiago Rusiñol. 

Els Quatre Gats en 1899

Els Quatre Gats en la actualidad

Els Quatre Gats fue un intento  de acercar a Barcelona los ambientes más bohemios de París. Como decía Rusiñol, lo esencial era «el alimento del espíritu». Esto pretendía también Pere Romeu, que se sentaba con sus clientes y mantenía debates en los que «se arreglaba el mundo». Tertulias literarias, veladas musicales y espectáculos de títeres y sombras chinescas se realizaban con frecuencia en el local. Llegó incluso a contar con una revista propia, publicando un total de 15 volúmenes.

Todas estas singularidades convirtieron a Els Quatre Gats en el lugar de culto de los intelectuales y artistas de la época y en el primer refugio de inspiración para un Pablo Picasso de 17 años. Se sabe incluso que el famoso pintor malagueño realizó en este establecimiento su primera exposición en la sala grande y que diseñó el cartel que se utilizó como portada del menú de la casa. Además del joven Picasso, otros de sus más famosos concurrentes fueron el arquitecto Antoni Gaudí, el poeta Rubén Darío, el historietista Ricard Opisso y el músico Isaac Albéniz. Más recientemente ha sido el escenario elegido por el director de cine estadounidense Woody Allen para el rodaje de su película Vicky, Cristina, Barcelona.

A pesar de que Els Quatre Gats ya no es un lugar artísticamente tan activo, aquellos primeros años mágicos han quedado retenidos en las mesas y ahora están colgados en las paredes, como símbolo de lo que sucedió durante un tiempo en el que vibró el sentimiento artístico de Barcelona y el de un local lleno de inspiración.







Portada del menú diseñada por Picasso

Dibujos de Els Quatre Gats de Ricard Opisso


Comentarios

Entradas populares de este blog

Expiación, más allá de la pasión (Atonement)

Matar a un ruiseñor

¿Qué me pasa, doctor?